Desde el comienzo, el artista establecido en Berlín, Christoph Niemann, sabía que su ilustración de un Búho Americano no sería tan naturalista como la de John James Audubon. “Ese búho que dibujó es completamente perfecto”, expresa. “No hay nada que añadir”. Reflexionando en su escritorio, notó un par de pinceles apenas usados. Lo que le llamó la atención no fueron las cerdas, sugerentes de los distintivos copetes como orejas del ave. “Son casi demasiado obvias”, dice Niemann. En cambio, le gustó el efecto del cruce de herramientas. “Hay algo interesante que justifica mirarlo un poco más de tiempo”.
Justo debajo de las tramas, por ejemplo, la apariencia de un pico emerge de una pequeñísima sombra triangular. Utilizando una tinta con alto contenido de pigmento y resistente a desteñirse (prefiere la marca Rohrer & Klingner), Niemann dibujó varias interpretaciones de la especie común de Búho Americano antes de que la postura se sintiera correcta. Luego dio vida a la obra con la iluminación ingeniosa de una lámpara de escritorio. El collage final encuentra el punto clave en donde, como observó una vez la poeta Rainer Maria Rilke, “nada es banal o superfluo”. “La idea es que el observador vea esto y piense ‘Esto tiene mucho sentido’”, dice Niemann. Añades o quitas un elemento, “y todo se viene abajo”.
Este artículo se publicó originalmente en el ejemplar de otoño de 2018 de Audubon. Para recibir la revista impresa, hágase miembro hoy mismo realizando una donación.