En una época en la que es claro que vamos a enfrentar desafíos de conservación durante décadas, ¿quién es responsable de capacitar a la siguiente generación de líderes conservacionistas? En Audubon, hemos aceptado esa maravillosa oportunidad y la responsabilidad que representa.
A lo largo del año, Audubon tiene entre 25 y 30 becarios y aprendices y más de 60 pasantes estacionales trabajando con nuestros casi 600 empleados a tiempo completo. Mientras hablo con estos jóvenes talentosos que hemos contratado en áreas como ciencia, política y comunicaciones, una de las cosas que escucho una y otra vez es: “No tenía idea de que esto pudiera ser una carrera para mí”.
Esa desconexión es real y preocupante. Actualmente, la comunidad de conservación está tan aislada y es tan poco diversa que muchos de los jóvenes que podrían estar haciendo nuestro trabajo más relevante en los Estados Unidos, ni siquiera saben que estamos aquí.
En lugar de esperar a que el problema se resuelva solo, lo cual no sucederá, hemos lanzado un nuevo programa de divisiones locales universitarias, que ha despegado como una bandada de Grullas Canadienses al amanecer. Y nuestro programa Walker de becarios, financiado por la presidenta de la junta Maggie Walker, ofrece capacitación en el mundo real para periodistas jóvenes de redes sociales, la mitad de los cuales nos enorgullece decir que ahora tienen empleos a tiempo completo en Audubon y otros lugares.
Con una subvención de la Fundación del Fondo II de Robert Smith, hemos establecido aprendizajes de un año para siete líderes en la fase inicial de su carrera, y los hemos integrado en nuestros equipos de políticas, ciencia, divisiones locales, comunidad y comunicaciones. Nuestro objetivo es ofrecer oportunidades concretas de desarrollo de destrezas para que, al final del año, los aprendices consigan empleos dentro del movimiento conservacionista —y estamos comprometidos a ayudarlos a encontrar esos empleos. Yo no sé usted, pero para mí es de mucho agrado abrir las puertas para las personas que eventualmente estarán a cargo de Audubon y otras partes de la sociedad civil. De hecho, creo que hacerlo es una responsabilidad organizacional.
La buena noticia es que una carrera en conservación no es complicada; es realmente un tema de si las organizaciones como Audubon dedicarán los fondos para crear estos programas. Para los milenials y la generación Z, el hecho de que el cambio climático es real y es causado por la actividad humana no es tema de debate; este conocimiento no sigue la ideología o las líneas de los partidos políticos. Lo único que está abierto a discusión es cómo abordar el cambio climático para mitigar los peores efectos que tendrá en la calidad de vida de las generaciones futuras.
Recientemente, un antiguo partidario de Audubon se reunió con uno de nuestros magníficos líderes jóvenes y le preguntó: “¿Por qué crees que ahora se habla tanto de temas civiles?” Y nuestro nuevo líder Audubon respondió: “Tal vez hemos estado aquí todo el tiempo pero nunca hemos tenido un lugar en la mesa”.
Audubon es una carpa grande; tiene mesas grandes. No mesas para niños y mesas para adultos, sino mesas de trabajo alrededor de las cuales todos nos podemos reunir para hacer del mundo un mejor lugar.
Este artículo se publicó originalmente en el ejemplar de primavera de 2019. Para recibir la revista impresa, hágase miembro hoy mismo realizando una donación.